
– Foto: iStock/Mapa
La adopción de prácticas sostenibles por parte de los agricultores puede aportar más eficiencia al sistema agrícola, promoviendo la mejora de los ingresos en el campo. Los beneficios van más allá de la reducción de las emisiones, incluida la adaptación de la agricultura, la hacerlo más resistente y promover el equilibrio de los sistemas de producción, con menos impactos debido al cambio climático. También busca generar una mayor productividad debido a la gestión más adecuada, revirtiendo en una mayor rentabilidad de la producción y también mejorando la calidad de vida del agricultor.
La agricultura brasileña ya emplea varias buenas prácticas que son adaptadores de la agricultura, lo que puede aportar ganancias en eficiencia técnica y productiva y también mayores ingresos para el agricultor. "Estas prácticas podrían tener más éxito con el pago de los co-beneficios ambientales asociados con ellos, en particular la reducción de emisiones y el aumento de la captación de carbono en suelos agrícolas", explica Giampaolo Pellegrino, investigador de la Empresa Brasileña de Investigaciones Agrícolas (Embrapa) y presidente de la Cartera de Cambio Climático de la compañía.
En este sentido, Embrapa y Bayer están estableciendo una cooperación técnica para apoyar la consolidación de un mercado específico de carbono para la agricultura brasileña. El objetivo de la asociación público-privada es invertir en acciones de investigación científica para reducir las incertidumbres y los costos en la cuantificación del equilibrio de carbono por parte de los productores de soja y maíz, permitiendo así la remuneración de estos agricultores por los beneficios ambientales producidos por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
"El propósito es contribuir a la valorización, y consecuente beneficio económico para el agricultor, de la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles, con equilibrios de carbono más favorables, a través de la definición y evaluación de protocolos para estimar, diseñar y monitorear la dinámica y el equilibrio de carbono en los sistemas de producción de estos cultivos", dice el investigador de Embrapa Luís Gustavo Barioni.
En Brasil, se seleccionaron aproximadamente 500 productores rurales, ubicados en 14 estados brasileños (RS, SC, PR, SP, MG, MS, GO, MT, RO, TO, PA, BA, PI, MA), con cultivos principalmente de soja y maíz.
Esta iniciativa, denominada "Evaluación piloto del equilibrio de carbono en la producción de maíz y soja en el centro-sur de Brasil: Cooperación Bayer y Embrapa para el desarrollo sostenible" se llevará a cabo con la participación de tres centros de investigación Embrapa en el estado de Sao Paulo: Embrapa Informática Agropecuária (Campinas, SP), Embrapa Instrumentao (San Carlos, SP) y Embrapa Ambiente ( El proyecto piloto de investigación abarca el año agrícola 2020/2021, con una duración de 12 meses.
FUENTE: Mapa